El Mundial terminó y llegó la hora de hacer balances. Y esa balanza, en lo deportivo y en lo extradeportivo, se movió de un lado para el otro. Es que Brasil, durante un mes, recibió lo mejor del fútbol mundial, pero también se transformó en el lugar de encuentro de este maravilloso planeta fútbol. Repasemos entonces algunas de las cuestiones que quedaron dando vuelta.
-El campeón: Alemania levantó la copa porque rindió culto a la planificación en todos los sentidos. Joachim Löw presentó un equipo joven en Sudáfrica 2010 pensando en Brasil 2014 y el tiempo le dio la razón. Fue el único seleccionado que construyó su propio lugar de concentración y hasta tuvio un especialista que preparó los campos que utilizaban con el mismo césped que había en los estadios de cada una de la sedes. Es decir, los proyectos a largo plazo, tarde o temprano, siempre dan buenos resultados.
-Los fracasos: Las eliminaciones de España, Inglaterra e Italia, y también el cuarto puesto conseguido por Brasil, obligan a las potencias a plantearse recambios importantes y urgentes. Esta tierra ya comenzó con la partida de Luiz Felipe Escolari y toda la comisión técnica que lo secundaba. Ahora apuestan a la alemanización de la selección. Con nuevo DT brasileño o extranjero -un tema que se debate y mucho por estos días- ya quieren trabajar con vistas a la Copa América, Eliminatorias Sudamericanas y Juegos Olímpicos que serán su revancha en el mediano y largo plazo.
-Argentinos “for export”: Jorge Sampaoli -llevó a octavos a Chile-, José Pekerman -hizo historia con Colombia- y Alejandro Sabella -perdió la Copa en tiempo suplementario- posicionaron en un primer plano a los técnicos de nuestro país. Aplausos para ellos.
-Tendencia: Quedó claro que en un Mundial se imponen los seleccionados que funcionan como equipos bien consolidados y no aquellos que sólo dependen de individualidades. Alemania, Costa Rica y Colombia, fueron ejemplos de esta teoría que siempre es positiva en la práctica.
-Invasión : Quedará en la historia de los Mundiales la invasión de argentinos a Río de Janeiro. Fueron casi 100.000 los que estuvieron en la ciudad. También desnudaron inconvenientes que presenta la ciudad como falta de infraestructura para albergar a los visitantes. No es un tema menor si se tiene en cuenta que en menos de dos años se desarrollarán aquí los Juegos Olímpicos.
- Tendencia II: El masivo uso de las redes sociales -Facebook, Twitter e Instgram- pusieron en jaque el servicio de comunicación brasileño. Pese que aquí ya se usa el 4G, los celulares colapsaron el sistema. Ante esta situación, los turistas se volcaron al Wifi de los hoteles y empresas que lo ofrecían de manera gratuita, lo que generaba su permanente caída o que el tráfico de datos se transformara en algo insoportablemente lento. Otra cuestión para revisar.
-El futuro: Por lo visto en el certamen, de los seleccionados que participaron, hay varios que tienen chances de brillar en Rusia 2018. Alemania, Argentina, Bélgica y Francia aparecen en estos momentos como los equipos a vencer. Todos estos planteles presentaron jugadores jóvenes que pueden llegar mucho más maduros a la próxima cita mundialista. Claro que habrá que ver cómo se recuperan los golpeados: Brasil, Italia e Inglaterra, por sólo enumerar algunos.
-Decepción: Los seleccionados africanos siguen fallando en los torneos. Antes de pensar en tener chances de pelear una Copa, deberán acabar con los actos de indisciplina que cometen dentro y fuera del campo. Así de categórico.